miércoles, 8 de agosto de 2007

Música posmodernista; Nacimiento del posmodernismo


El posmodernismo puede ser considerado una respuesta al modernismo que defiende los productos de la actividad humana —particularmente los manufacturados o artificiales— como el sujeto central del arte misma, y la idea de que el propósito del arte es focalizar la atención del público sobre objetos para su contemplación, tal como el crítico Steve Hicken lo explica. Esta teoría del modernismo vuelve a la Escuela dadaísta ejemplificada por Duchamp, y al collage de música concreta, así como los experimentos con música electrónica de Edgard Varèse y otros. No obstante, el posmodernismo defiende que éste fue el modo primigenio de existencia humana, un buceo individual en el mar de producción del hombre.
John Cage es una figura prominente en la música del siglo XX; su influencia fue creciendo durante su vida, y hoy es recordado por muchos como el fundador de la música posmoderna. Cage cuestionó la misma definición de música en sus piezas, e insistió en la filosofía de que todos los sonidos son esencialmente música. En su Silencio 4’33” confronta al oyente con su idea de que los sonidos no intencionales son tan músicalmente válidos como los originados por un instrumento. Cage también usó notablemente música aleatoria, y sonidos hallados con el objetivo de crear un estilo de música interesante y diferente. Su música no solamente se basa en el argumento de que no hay “música” o “ruido” sino sólo “sonido”, y que las combinaciones de sonidos hallados constituyen eventos musicales, sino también en la importancia de focalizar la atención y en la “invención” como esenciales al arte.
Cage, sin embargo, ha sido catalogado por algunos como demasiado vanguardista en su enfoque; por esta razón, muchos encuentran su música antipática. Resulta interesante analizar que la aparente oposición al indeterminismo de Cage, la música sobrestructurada de los serialistas, ha producido piezas de sonoridad similar, incluso muchos serialistas como por ejemplo Pierre Boulez o Karlheinz Stockhausen han utilizado procedimientos aleatorios. Michael Nyman dice en música experimental que el minimalismo fue una reacción generada por y contra el serialismo y el indeterminismo. (Ver también música experimental).
El posmodernismo encontró a la música y la pintura en momentos muy similares; por un lado la sobriedad, pureza, amor por la mecánica, abstracción y la trama en la que muchos rasgos modernistas fueron preservados, como el énfasis sobre el estilo personalizado y la experimentación. Sin embargo, los posmodernistas rechazaron la instancia hermenéutica del modernismo (la necesidad de estar en el ambiente del modernismo). En lugar de ello, el posmodernismo toma lo popular y lo reduce a su guía estética. Uno de los primeros movimientos que rompió con el modernismo se inspiró en el trabajo de Cage, y su énfasis en los sonidos por capas: el minimalismo.

miércoles, 1 de agosto de 2007

Neoclasicismo


El neoclasicismo en música refiere al movimiento del siglo XX que retomó una práctica común de la armonía, mezclada con grandes disonancias y ritmos, como punto de partida para componer música. Igor Stravinski, Paul Hindemith, Sergei Prokofiev y Béla Bartók son los compositores más importantes usualmente mencionados en este estilo, pero también el prolífico Darius Milhaud y su contemporáneo Francis Poulenc.
El neoclasicismo nació al mismo tiempo que el retorno general a modelos racionales en las artes, en respuesta a la primera guerra mundial. Más pequeño, más escaso, más ordenado fueron las tendencias concebidas como respuesta a la saturación emocional que muchos sintieron había empujado a la gente a las trincheras. Teniendo en cuenta que los problemas económicos favorecían grupos más pequeños, la búsqueda por hacer “más con menos” se tornó en consecuencia una práctica obligada. La historia del soldado de Stravinski es por esta razón una semilla de pieza neoclásica, como sucede también en el concierto Los robles de Dumberton, en su Sinfonía para instrumentos de viento o en la Sinfonía en do. La culminación neoclásica de Stravinski es su ópera Marcha de la calavera («Rake's Progress»), con libreto del bien conocido poeta modernista
W. H. Auden.
Durante un tiempo, el alemán
Paul Hindemith fue rival de Stravinski en el neoclasicismo, mezclando punzantes disonancias, polifonía y cromatismo libre dentro de un estilo utilitario. Hindemith produjo trabajos de cámara y orquestales en este estilo, quizá el más famoso de ellos sea Mathis der Maler. Su producción de cámara incluye su Sonata para corno, un trabajo expresionista lleno de detalles oscuros y conexiones internas.
El neoclasicismo encontró una audiencia interesada en EE.UU.; la escuela de
Nadia Boulanger promulgó ideas musicales basadas en la comprensión de la música de Stravinski. Entre sus estudiantes se encuentran músicos neoclásicos como Elliott Carter (en su primer época), Aaron Copland, Roy Harris, Darius Milhaud, Ástor Piazzolla y Virgil Thomson.
El rasgo más audible del neoclasicismo son melodías que usan la tercera como intervalo fijo, y agregan cromáticamente notas disonantes al
ostinato, bloques armónicos y mezcla libre de polirritmos. El neoclasicismo ganó gran aceptación de la audiencia con rapidez, y fue internalizado por aquellos opositores al atonalismo como la verdadera música moderna. El neoclasicismo también aceptó el uso de la música folclórica para conseguir mayor ritmo y variedad armónica. Modernistas como el húngaro Béla Bartók, Zoltán Kodály (afecto al Romanticismo) y el checo Leos Janácek reunieron y estudiaron sus músicas folklóricas nacionales, las que posteriormente influyeron sobre sus obras.

Disonancia libre y experimentación



A principios del siglo XX compositores modernistas como George Antheil y otros produjeron música impactante para la audiencia de la época por su desprecio de las convenciones musicales. Charles Ives combinó frecuentemente música popular con múltiples o bitonales capas de música, extremas disonancias, y una complejidad rítmica en apariencia inejecutable.
Henry Cowell interpretaba sus solos de piano pulsando las cuerdas del piano, golpeando la caja, o presionando teclas con sus brazos y otros objetos. Edgard Varèse escribió piezas de alta disonancia que utilizan sonoridades inusuales y ruidos futurísticos y científicos. Charles Seeger enunció el concepto de contrapunto disonante, una técnica usada por Carl Rugges, Ruth Crawford-Seeger, y otros. Igor Stravinski y Serge Diaghilev desafinaron el bullicio que da la bienvenida la Consagración de la primavera con coreografía de Vaslav Nijinsky. Darius Milhaud y Paul Hindemith exploraron la bitonalidad. Amadeo Roldán introdujo música escrita específicamente para conjuntos de percusión en la tradición clásica; pronto fue seguido por Varèse y luego otros. Kurt Weill escribió la popular Ópera de tres peniques en el idioma popular de los cabarets alemanes. Los compositores modernistas de la vanguardia escribieron a menudo obras atonales, algunas veces exploraron el dodecafonismo, usaron libremente la disonancia, incluyeron o imitaron música popular, o cualquier otro recurso que provocara a sus audiencias.