miércoles, 25 de julio de 2007

En la ópera se tendió a relajar, romper o mezclar entre sí, las formas establecidas en el barroco o el clasicismo. Este procesó alcanzó su climax con

Muchos compositores del románticismo,a partir de la segunda mitad del siglo XIX, escribieron música nacionalista, que tenía alguna conexión particular con su país. Esto se manifestó de varias maneras. Los temas de las óperas de Mikhail Glinka, por ejemplo, son específicamente rusos, mientras que Bedrich Smetana y Antonín Dvorák utilizaron ritmos y temas de las danzas y canciones populares checas. A finales del siglo XIX, Jean Sibelius escribió música basada en la épica finlandesa, la Kalevala y su pieza Finlandia se convirtió en un símbolo del nacionalismo finés.

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